El no, no, no de Peña Nieto

Enrique Peña Nieto no esperó. Andrés Manuel López Obrador le lanzó el dardo de llevar la consulta sobre la reforma de Pemex al Estado de México y el gobernador respondió no. Cuidó las palabras, pero fue muy claro. No. No. No.

Su negativa sería, en cierta forma, la posición del PRI: que la reforma se procese en el Senado; si el Senado le pide a los gobiernos de los estados que hagan la consulta, entonces aceptarán. Si no lo hace, la línea es no, no, no.

—Pero, Enrique, encuestas nacionales marcan que ocho de cada diez mexicanos quieren ser tomados en cuenta en el tema de Pemex.

—Estaría totalmente de acuerdo, pero es un trabajo que debe estar coordinado. Hay una cámara de diputados y una de senadores que tienen depositada la confianza ciudadana para hacer el trabajo legislativo. En todo caso tendría que ser esa instancia la que pudiera convocar a una consulta que determinara puntualmente cuáles son los temas a consultar, qué preguntas se deben realizar. Si no, la determinación del gobierno del Estado de México es no llevarla a cabo, porque no hay razón, ni es su atribución ni es en este momento asunto de su competencia.

Más claro ni el agua: no, no, no.

—¿Y si el PRD se lanza y hace la consulta en los 35 municipios mexiquenses que gobierna?

—Tengo un gran respeto por la opinión ciudadana y por lo que se quiere consultar, pero lo que debe evitarse es valerse de la opinión ciudadana para defender posicionamientos o banderas políticas —concluye y advierte—. Con el Gobierno del Distrito Federal, aunque tengamos visiones distintas en el tema de la reforma energética, eso no debe poner en riesgo la coordinación y la relación cordial, respetuosa y constructiva entre ambos gobiernos. El Milenio